Cuando viajas por la carretera, los vehículos que te adelantan o que circulan delante de ti pueden arrojar pequeñas piedras o esquirlas que pueden acaban por impactar contra las lunas de tu coche, sobre todo contra el parabrisas. Por lo general no causan grandes daños, son sólo pequeñas muescas de impactos, pero te recomendamos llevar a examinar tus cristales después de cada impacto, por pequeño que sea, por un especialista Vulco.
Los pequeños daños, en apariencia inofensivos, pueden provocar grietas mucho más profundas que acaben por aumentar la factura del taller. También pueden impedir que tu vehículo pase una inspección técnica: cuando los daños se localizan en la zona de barrido de las escobillas del limpiaparabrisas, pueden llegar a hacer que inmovilicen tu vehículo o que tengas que pasar una inspección de control. Si observas una muesca de impacto o una grieta en los cristales de tu vehículo, te aconsejamos concertar una cita en tu centro Vulco antes de realizar la inspección técnica.