Si observas alguno de los siguientes signos, te recomendamos revisar tus escobillas en tu centro Vulco:
- Cuando las escobillas están en movimiento, quedan ciertas marcas como rayas o una especie de neblina en el cristal. Esto se debe bien a un simple atasco, y basta con limpiarlas para que recuperen toda su eficacia, o bien al endurecimiento de la goma como consecuencia de las inclemencias del tiempo y el envejecimiento de las escobillas.
- La goma de las escobillas está visiblemente dañada.
- Las escobillas no se agarran al cristal.
- Los limpiaparabrisas funcionan de forma irregular o funcionan mejor en un sentido que en otro. El brazo de la escobilla está doblado o las láminas de goma están secas y hay que cambiarlas.
- Hacen ruido y chirrían al deslizarse por el cristal.
Como regla general, se recomienda cambiar las escobillas una vez al año.